Si contemplo mi mirada en el espejo, pausadamente, veo que lleva tu nombre,
La poesía, la penitud,
el vacío...
Muchas palabras del diccionario de mi vida llevan tu nombre.
Nunca me importó tirar mis monedas más preciadas a tu pozo,
monedas siempre de dos caras,
la moneda de la ilusión,
la de la desesperación,
la moneda del aguante,
la moneda del derrumbe,
Cualquier nota que escribo,
cualquier paso que doy,
me acompaña tu nombre.
Estés o no estés, me gusta llevar tu marca
porque la siento como mía,
Soy aleación, mestizaje, montículo
desde donde puedo mirar más alto,
más lejos...
Más cerca.
Eres el aire que silba cuando mis manos acarician el vacío,
el papel en blanco mientras escribo,
el cielo azul mientras reposo.
Y, no pido nada
no espero mucho
aunque me siento lleno, cuando contemplo
que te sigo a donde vas...
Con mi nombre.